Siguiendo con la historia:
Para la Humanidad el papel se ha convertido en uno de los productos emblemáticos, elaborándose no solo de trapos viejos o algodón sino también de gran variedad de fibras vegetales; además la creciente invención de colorantes permitió una generosa oferta de colores y texturas.
Actualmente el papel puede ser
sustituido para ciertos usos por materiales sintéticos, pero sigue conservando
una gran importancia en nuestra vida y en todo lo que nos rodea, haciéndolo un
artículo personal de difícil sustitución.
La aparición y rápido auge de la informática y los nuevos sistemas de
telecomunicación, permiten la escritura, almacenamiento, procesamiento,
transporte y lectura de textos con medios electrónicos más ventajosos,
relegando los soportes tradicionales, como el papel, a un segundo plano, pero
ahí sigue.
Fabricación tradicional del papel
En esencia, en el proceso tradicional
para la fabricación de papel se prepara una suspensión de fibras en agua y se escurre en un
tamiz, de manera que se produce una capa de fibras entrelazadas aleatoriamente.
Acto seguido, se elimina el agua de esta capa mediante presión y secado.
Antiguamente esas fibras se extraían de trapos o prendas viejas de algodón o de lino, o de la planta del cáñamo. La primera máquina que sustituye el
proceso de producción manual se construyó en 1798 y luego fue mejorada en 1803
con el nombre de máquina
de Fourdrinier.
Posteriormente, la mayor parte del papel
se ha fabricado con pulpa de madera,
debido a su menor coste. No obstante, las fibras textiles se seguirán empleando
hasta hoy en día para la fabricación de papeles de alta calidad.
Veamos el siguiente vídeo:
Elementos de una máquina Fourdrinier
y una máquina en su extensión
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